En la historia de nuestros cultos en Amrica Latina nunca haba existido una dependencia tan fuerte en las emociones. Tristemente, esto ha llevado a una gran polarizacin que puede ir desde el extremo de quienes practican una liturgia dependiente de las emociones hasta quienes se vuelven tan rutinarios que sus himnos y oraciones son meras repeticiones. Hoy, ms que nunca, se hace necesario practicar un culto basado en convicciones producto de una buena interpretacin bblica en vez de un culto basado en las emociones e ideas humanas. El peligro es irnos a los extremos.
To support this ministry financially, visit: https://www.oneplace.com/donate/283/29