No abortes el punto de inflexión que cambiará con propósito y destino el proceso de Dios en tu vida.
Dios me ha elegido a mi para sus planes.
Dios esta esperando un sí de nosotros, que no es condicional.
Irrumpamos el punto de inflexión en nuestras vidas, pues va a cambiar con resultados, en generaciones, por miles de años en adelante.