Las comparaciones son odiosas, pero también lo fueron
cuando J Balvin y Bad Bunny publicaron “OASIS” hace un par de años, y se habló
de aquel álbum como una especie de fiasco con un par de melocotonazos
importantes, pero que se quedaba detrás de aquel “Watch the Throne” que en 2011
habían firmado conjuntamente Kanye West y Jay-Z, los dos capos del hip-hop
mundial de aquellos días.
Ahora, los boricuas Anuel AA y Ozuna, dos de los iconos
del reggaetón y el pop urbano de los últimos años, posiblemente los dos nombres
de la penúltima generaciones de reguetoneros que pueden intentar disputarle el
trono a Bad Bunny o J Balvin, se sacan de la manga para empezar el año “Los
Dioses”, un álbum que busca posicionarlos como nuevos reyes (o dioses) del
género musical dominador de los últimos años y que, a su vez, intenta recuperar
ciertos tics del reggaetón antiguo, tanto en el sonido como en la estética de
la portada, que recuerda a dúos como Luny Tunes & Noriega, Jowell &
Randy, Zion & Lenox o Wisin & Yandel, entre otros.
El álbum acaba sonando algo homogéneo de más: doce temas
que muy pocas veces escapan de esa genética de medio tiempo reggaetonero que
responde más al registro de Ozuna que al de Anuel AA, y
al que este último consigue acoplarse con algunos fraseos algo menos melódicos
y más traperos.
Más allá de algunos momentos concretos, como en “Municiones”,
que parecen emular los corridos urbanos de Natanael Cano y Junior H; o los
momentos más traperos, como “La María” o los ritmos 808 con melodía bachatera
de “Perfecto”; no es que “Los Dioses” destaque por ser un álbum que aporte
nuevos matices al sonido del pop urbano actual. Si
acaso, algún hit que oposita a sonar en chiringuitos y discotecas este año,
como “Nena Buena”, “Los Dioses”, “Perreo” o “Nunca”. Pero, a priori, quedará
como una postal prescindible en el repertorio de ambos iconos puertorriqueños,
pero como un intento de generar una alianza que los posicione como una
coalición que hacerle fuerza a la de J Balvin y Bad Bunny.
Alan Queipo