Pacifícate

Ser Auténtico es poder sacarte las máscaras que te has construido durante toda tu vida para encajar en un molde o complacer a otros. Ser Auténtico es encontrarte con tu ser verdadero y empezar a vivir desde un lugar de absoluta honestidad. ¿Te atreves a vivir autenticamente?

En este nuevo capítulo te quiero invitar a reconectar con tu niño interior, para poder sanarlo a través del amor. De este modo, te puedes entregar la posibilidad no solo de madurar y hacerte responsable de tu propio felicidad, sino también contribuir a construir una nueva consciencia planetaria, basada en la sanación, el respeto y el amor.

Para nuestra cultura occidental, el significado de la muerte puede ser algo difícil de entender y doloroso e incómodo de sentir. Sin embargo, si hacemos un pequeño esfuerzo para ver un poco más allá, mirando a través de un ojo más espiritual, podríamos relacionarnos con ella de una manera mucho más amorosa e incluso llegar a entenderla como una tremenda oportunidad para la transformación.

Una mente en paz consigo misma es posible, si nos atrevemos a cuestionar nuestros pensamientos estresantes. El método de Byron Katie, The Work o el trabajo, nos invita a hacernos 4 preguntas poderosas que pueden entregarnos una profunda claridad y comprensión, acerca de como nos apegamos a creencias y pensamientos que no tienen un sustento en la realidad.

En estos tiempos desafiantes, en que el bienestar nos parece cada vez más inalcanzable, pueden reaparecer con fuerza, sabidurías milenarias que nos recuerdan que volver al camino (Tao) de la espiritualidad, puede ser una vía para reconectar con lo simple y bello de la vida y así dejar de lado los engaños constantes de la mente que nos hacen sufrir y distorsionar la realidad de las cosas.

En estos tiempos difíciles de cuarentena, en que podemos experimentar estrés por el encierro, miedo al contagio y angustia por la incertidumbre. Una de las virtudes que se presenta con mayor fuerza para poder apalear el malestar, es la empatía. Esta cualidad emocional, es algo que podemos cultivar y entrenar a través de la meditación y nos permite, sin tener la experiencia sensorial del otro, tener acceso al sentir del otro, lo que nos ayuda a salir un poco de los problemas personales y experimentar una apertura y un compartir; algo que hoy en día se nos hace cada vez más dificil.

En este capítulo, hago una reseña del libro; "Tú eres el buda", de Satyaprem, maestro espiritual brasileño, que nos muestra de forma magistral a través de sus enseñanzas, que para entrar en el ahora, es necesario cortar y cuestionar nuestra idea del pasado, del lenguaje discursivo habitual y de la mente misma. Pues nos explica, que la meditación ocurre, no a través de la mente, sino por medio de nuestro testigo imparcial (La consciencia). Al entrar a ese espacio vacío, en que no hay que hacer nada, ni buscar nada, podemos conectar con el silencio y la calma que emana de la naturaleza budica, en que la mente suelta el control del saber y el hacer constantes.

Llega Marzo, uno de los meses más estresantes del año y con él, pueden aparecer muchas emociones difíciles de manejar, tales como el estrés, la ansiedad y la frustración. Y por supuesto, que es válido sentirnos así, después de todo somos seres humanos y las emociones son parte esencial de nuestra vida. Pero, ¿Qué pasa cuando indagamos más allá de esas emociones y pensamientos que experimentamos en el día a día?. Cuando nos hacemos la radical pregunta; ¿Quién soy?. Quizás, nos podemos llegar a sorprender con lo que vamos a encontrar.

El apego es uno de los temas más relevantes dentro de la espiritualidad oriental. Para corrientes como el budismo y el hinduismo, el apego representa la mayor fuente de sufrimiento en nuestra vida humana. Por eso, es fundamental entender de donde vienen nuestros deseos más profundos, para así poder trabajarlos y aprender a vivir en mayor libertad y felicidad.

Cambiar nuestra relación con el pasado, puede ser una experiencia que nos traiga paz y sabiduría, y también una opción para liberarnos de condicionamientos y patrones repetitivos, para así convertir nuestra historia en una fuente de aprendizaje constante, al cual podemos volver siempre con una actitud amorosa, curiosa y apreciativa.