Sexo es una palabra que llama la atención a mi primera vista. Nuestra área sexual es un regalo de Dios y por lo tanto debemos cuidarla por medio de determinación radicales y estableciendo principios de santidad basados en el temor de Dios y el dominio propio.

El arte de la predicación es un asunto que se debe tomar en serio porque es el medio que Dios usará para salvar a los que nos escuchan y es nuestra responsabilidad prepararnos de la mejor manera.

El sometimiento y la obediencia son los principios bajos los cuales el reino de Dios existe, debido a esto la rebeldía no debería ser parte del carácter de un cristiano porque este en el principio sobre el cual el enemigo opera.

Las personas que potencialmente nos herirán más, serán los más cercanos a nosotros y de las cuales tenemos unas altas expectativas, tales como nuestro pastor, nuestro líder de célula o grupo, nuestra esposa o esposo, nuestro jefe, nuestros padres, hermanos. Todos ellos son personas que en algunos momentos, de seguro nos ofenderán o nos herirán. Hoy aprenderemos como ser libres de la ofensa y sus dañinos efectos.