Calientito o recalentado, acompañado con café, leche o un buen chocolate, el pan tradicional nos ha acompañado a lo largo de nuestras vidas. Desde bebés nos han alimentado con él y de niños aprendimos a hacer “chuc” con una concha, cuernito o con las tradicionales “galletas marinas”. El pan tradicional o de leña, ofrece una gran variedad de panes que satisfacen los gustos de los paladares más exigentes y de todas las edades.