Jesús dijo: "A la sabiduría la reivindican sus hijos". Juan el Bautista y Jesús son los hijos de la sabiduría. Parecía una sabiduría tonta, austera, y liberal al mismo tiempo. En Cristo, la sabiduría de Dios incluyó vergüenza, derramamiento de sangre y muerte. Incluyó todo lo que parecía debilidad, pero, en realidad, fue lo más fuerte del mundo, tan fuerte que venció al diablo, a la muerte y al infierno. Hoy, la obra de misericordia de la iglesia reivindica lo que Jesús hizo al morir y resucitar. Hoy, Dios nos ilumina con el Espíritu Santo para que sigamos proclamando la sabiduría de Dios en Cristo.