Si verdaderamente deseamos vivir para Dios, debemos despojarnos de toda hipocresía, confesar a Cristo sin temor, y hacer del reino de Dios nuestra prioridad en la vida… 

Porque donde este nuestro tesoro, allí estará también nuestro corazón.

Muy a menudo cavilamos sobre prohibiciones o permisividad en la vida cristiana, pero la vida cristiana no se trata de lo que NO podemos hacer, sino de lo que SÍ podemos hacer, pues la vida cristiana se centra en Jesús y cómo Su obra redentora nos empodera para hacer la voluntad del Padre.

La vida de Cristo se hace evidente en nosotros al orar con persistencia y esperanza, seguros de que Dios -por medio del Espíritu Santo- anula toda incredulidad al oír y obedecer con fe Su Palabra.

¿Qué es lo más importante para ti en la vida? 

Atesorar la bendición de una relación con Dios por medio de la fe en Jesucristo te llevará a alinearte con Su voluntad llevando a otros el evangelio y disfrutando de verdadero gozo al conocer los efectos del Reino de Dios.

El brillo del mundo moderno, nos invita a responder al llamado de las redes sociales, los movimientos culturales, los anhelos de nuestro corazón, o el llamado negligente del pecado… 

Pero Lucas 9, revela que lo que nos convierte en verdaderos discípulos de Cristo es: Seguir a Jesús es un llamado a reconocer su identidad, confiar en su poder y entregarse a servirle. 

"¡Tú sólo escuchas lo que te conviene…!" Un dicho común que sugiere que alguien puede estar oyendo (o leyendo) y no escuchando. Y eso pasa con la Palabra de Dios: debes esforzarte por escuchar, comprender y obedecer.

Al recorrer las escenas de Lucas 8, encontramos que cada parábola y milagro nos enseña que debemos asegurarnos de escuchar y creer la Palabra de Dios, para experimentar la poderosa transformación del evangelio.

¿Qué consideras de más valor: la eternidad de tu alma o toda la riqueza temporal? 

Hay muchas personas en nuestros días que simpatizan con la fe, pero hay diferencias entre un simpatizante y un discípulo de Cristo, pues la manera de seguir y servir a Jesús como Señor es siendo un discípulo que se rinde a Su palabra en cada área de la vida…

No es lo mismo ser religioso que ser cristiano. Pues seguir a Jesús, o no seguirle, está determinado por lo que creemos acerca de Él.

En los tiempos bíblicos, la caracterización de alguien religioso eran los escribas y los fariseos, y su mayor problema fue justamente que tenían pensamientos erróneos sobre quién es Jesús y cómo seguirle. Y eso podría estarle pasando también a alguno de nosotros.

Y es que: Un verdadero Cristiano se caracteriza por el gozo de la fe en Jesús, el reconocimiento del señorío de Cristo y el deseo de que otros le conozcan como su Salvador.

Cuando usted piensas en la “santidad”, ¿qué viene a su mente? ¿la religión? ¿un estilo de vida? ¿una actitud de rechazo a todo lo que es inmundo? ¿Y que si la santidad va mucho más allá?

Necesitamos entender que la santidad no es una cualidad pasiva, sino una virtud activa y con un poder transformador. Por lo que debemos comprender que la santidad de Cristo es mucho más poderosa de lo que pensamos.