La respuesta de Dios al misterio del sufrimiento del hombre está en Jesucristo muerto resucitado.Mirando al Crucificado,obtendremos una respuesta.

Cristo ha vencido a la muerte y al pecado! El Amor es un poder mayor que cualquiera! El Amor lo ha podido todo! Dios ya tiene la solución a todos nuestros problemas y nos quiere ayudar. Pero Dios en su humildad, no quiere imponerse y quiere necesitar nuestro Sí, que queramos hacerlo a su modo. Nos pide que confiemos en El, que sabe más. Entonces, estamos confiados, contentos, alegres, tranquilos, orgullosos. Y eso se nos nota. Y podemos dar a los demás lo que hemos recibido de Dios: luz, esperanza, alegría, cariño, un modo nuevo de vivir vencedores en el mundo!

Hoy Cristo esta muerto y el mundo esta a la espera! Es necesario saber vivir las esperas, vivir sin inmediatez, sin el ya! Cada etapa tiene su importancia. No sirve saltarse etapas. Y no es malo no entender, no controlar. Debemos saber vivir las preguntas. Ser confiados en la espera. Sé de quién me he fiado. Ya lo entenderé cuando lo tenga que entender. No tengo que buscar el control de mi vida sino la alegría del Padre y vivir tranquilo y confiado. El me dará lo que necesite cuando lo necesite. Voy a vivir toda mi vida como hijo! Tranquilo, esperanzado. Y entonces un tiempo después Cristo resucita!

Ayudame Maria a vivir a la vez lo que Cristo vive ahora! Cómo su corazón se estremece ante la muerte y el abismo del pecado y cómo lucha interiormente con la tentación que le presenta un Dios Bueno frente a un Dios duro, frío y distante. Se le presenta la Voluntad de su Padre como algo impuesto que supone una exigencia desmesurada. Le supera y se siente débil. Cristo debe luchar y decidirse por el Si en la angustia espantosa de no poder con lo exigido. En ese oscurecimiento interior se arranca un Si, Hágase! Quiero hacer la Voluntad de mi Padre, me cueste lo que me cueste!

Cristo nos ha dado un mandamiento nuevo que nos amemos unos a otros como El nos ha amado! El servicio es el transformador del querer amar en amor ya verdadero. Cristo nos da el testimonio de servicio como la manera propia de vivir del hombre. Nos enseña que la vida del hombre solo tiene sentido sirviendo. Y sirviendo hasta el extremo. Cristo se entrega para que le podamos comer y asimilandole, nos aprovechemos de su virtud para ser transformados. Es la total entrega de si mismo desinteresada pues su único propósito es un beneficio nuestro. Esa clase de amor extremo es el que nos pide que tengamos unos con otros.

Ven Espíritu Santo! Ilumina nuestros entendimientos, fortalece nuestras voluntades y haznos capaces de poder adentrarnos en el misterio y recibir algo de luz para poder acompañar al corazón de Cristo. Cristo da testimonio de una manera nueva de vivir: sometido voluntariamente por Amor a la Voluntad del Padre. Cómo ama Cristo a su Padre! Cómo me ama Cristo a mi! Cómo me alegra que me ames así! Cómo me gustaría amarte así!