Continuamos con la enseñanza de como Jesús le habla a Pedro en este momento tan crucial de la vida y ministerio de Pedro.

Cristo es la roca en la cual se fundamente la iglesia. Pedro despues de su confesión recibe una instrucción de parte de Jesús. 

Jesús exhorta a los fariseos por su incredulidad. Ellos demandaban una señal. Muchos hoy, como los fariseos, viven de señales. El centro del evangelio se llama Jesucristo.

Jesús está con la multitud en el desierto y él sabe que los que están tienen hambre. Él entonces reta a los discipulos a que ellos puedan proveerle alimentos a los que andaban con Jesús. De nuevo, y a pesar de haber visto su poder alimentando a otros cinco mil, ellos dudan. Pero Jesús, una vez mas, conociendo la necesidad del pueblo, multiplica los recursos!

Las multitudes se acercaban a Jesús y con las multitudes iban muchos enfermos. Todos los enfermos eran sanados. Algo maravilloso ver el poder de Dios que no habia enfermedad que pudiera detener la obra de Dios.

Pedro le pide al maestro que el pueda caminar sobre las aguas, pero Pedro dudo. En ese momento Jesús extendio su mano y lo ayudó.

Jesús demuestra su poder multiplicando los recursos puestos en su mano.

Herodes se compromete con su hija a cumplirle su deseo en un momento de emoción. Tengamos cuidado de tomar decisiones basadas en emociones.

Jesús llega a Nazaret pero muchos no creyeron en él por lo cual Jesús no hizo allí muchos milagros.

Jesús nos explica que el reino de los cielos es como una red que recoge muchos peces.