Vemos la sanidad de la mujer del flujo de sangre y como Jesús resucitó a la hija de Jairo. Dentro de esta narración aprendemos una hermosa enseñanza.

A Jesús le preguntan por qué sus discípulos no ayunan y Jesús responde.

David implora a Dios dirección, perdón y protección.

Jesús vino a llamar al pecador al arrepentimiento. Y nosotros, como seguidores de Jesús, debemos seguir sus pisadas.

Jesús llega con una misión especial y el endemoniado gadareno es liberado. Con esto Jesús demuestra que su autoridad esta por encima aun de los demonios.

Jesús estaba en la barca junto con los discípulos en una tormenta muy difícil. Ellos pensaban que era el final, pero Jesús tenía la última palabra.

En este episodio, Jesús sana a la suegra de Pedro y responde a varios que quieren seguirle.

Jesús nos enseña que la fe del centurión fue una fe muy grande y como debemos aprender de él.

Dios nos promete un gran galardón si guardamos su palabra y sus mandamientos.

Jesús demuestra su autoridad sanando a un leproso.