David y los suyos vieron a una persona en necesidad, y al ayudarle se llevaron una gran sorpresa.

En medio de la crisis que se presentó a David, él se fortaleció en Jehová su Dios.

David no entendia porque el rey filisteo no le llevaba a la batalla. Dios estaba obrando!

En este estudo bíblico vemos como la misericordia de Dios siempre esta con nosotros a pesar de nuestros errores.

Aprendemos de David como él, a pesar de la persecución de Saúl, respetó a su rey.

David quería tomar justicia en sus propias manos. Abigail intervino y se impidio una tragedia, pero Dios no dejaría impune a Nabal.

Abrigail, con su sabiduría, frenó lo que seria un desastre para su casa, a raíz de la negligencia de su esposo Nabal.

Abigail y su sabiduría evitaron que todos los de su casa murieran.

En este episodio vemos los dos opuestos. Saul, dirigido por sus emociones y David, dirigido por Dios. Y a ti, ¿quién te dirije?

Tenemos la tendencia a reemplazar nuestro tiempo de comunión con Dios con el servicio.