Dios quiere tener una relación de padre con todos los que ha adoptado como sus hijos.

Hemos sido perdonados por Dios por lo tanto no debe haber cabida en nuestros corazones para la amargura, para el no perdonar.

Cuando Dios perdona los pecados de un corazón arrepentido le da una nueva vida por completo. Todo es nuevo.

El apóstol Pablo nos enseña por medio de su ejemplo de vida la gran importancia de la oración en la vida del cristiano.

Dios por medio de Cristo ha derribado toda pared de división que el hombre ha creado o tenía. En Cristo, somos un nuevo hombre, conciudadanos del cielo, y miembros de la familia de Dios.

Dios quiere que sepamos con toda seguridad que somos salvos. ¿De qué? ¿Por qué? y ¿Para qué? Saber esto hará una diferencia gigantesca en nuestra vida espiritual.

En un mundo en donde reina la crítica y e perfeccionismo, Dios nos enseña cuanto aprecia lo que sus hijos e hijas hacen por Él.

Dios nos ha dado varias bendiciones para cumplir su propósito para nuestras vidas.