En ese capítulo aprenderemos que el hogar es el primer altar de adoración. Que el esposo es quien debe patorear el corazón de la esposa y que los hijos son los primeros discípulos.
En ese capítulo aprenderemos que el hogar es el primer altar de adoración. Que el esposo es quien debe patorear el corazón de la esposa y que los hijos son los primeros discípulos.