En esta recta final de intentar integrar las enseñanzas de Jesús como Maestro de Maestros y Guía espiritual hacia el conocimiento de Dios, damos paso a la
Clarificación de Términos. Aquí se refuerza que toda las preguntas o dudas vienen del Ego porque
nuestra alma en toda su sabiduría, lo sabe todo. Por lo tanto, no tiene preguntas. No obstante, mientras el ego como parte de esta experiencia de vida se haga preguntas,
siempre se intentará responder lo más que se pueda para disminuir su resistencia.