Seguir el plan de tratamiento permite que los niños se mantengan sanos, pero tratar la diabetes no es lo mismo que curarla. Hasta ahora, no hay cura; por lo tanto, los niños con diabetes tipo 1 necesitarán tratarse durante el resto de su vida. Pero, con el cuidado adecuado, deberían verse y sentirse sanos, así como llevar una vida larga y productiva, al igual que los demás niños.