La tumba vacía no es solo una prueba, es una promesa cumplida.
Jesús venció la muerte para que vivamos en libertad, con esperanza y en plenitud.
“No está aquí; ¡ha resucitado, tal como lo dijo! Vengan a ver el lugar donde lo pusieron.” — Mateo 28:6
Jesús está vivo.
Y porque Él vive, nosotros también recibimos vida.
Esta es la gracia que resucita.
Esta es la victoria.
Esta es la verdadera Pascua.