Orar no debe ser una acción exclusiva de un momento de la semana o de un día para un creyente, orar es un hábito que debe estar a la par de nuestra agenda, con cada paso, cada acción, cada decisión.
Orar no debe ser una acción exclusiva de un momento de la semana o de un día para un creyente, orar es un hábito que debe estar a la par de nuestra agenda, con cada paso, cada acción, cada decisión.