Podcadoración con Cristo Rey

1ra. Ronda:

• ¿Qué tan sediento o sedienta de sueños iniciaste este año?
• ¿Qué proyectos vinieron a saciar algo de esa sed? 
• ¿Con quiénes pudiste compartir el esfuerzo de su concreción y la frustración de las dificultades?
• ¿Qué cosas buenas que hay en vos tuviste que poner en juego para que esos sueños llegaran a buen puerto?
• ¿A quiénes te ha tocado acompañar en el sufrimiento y el dolor? ¿Y a quiénes despedir en la muerte hasta el encuentro definitivo con Jesús?
• ¿A quiénes tuviste la oportunidad de darle la bienvenida a este mundo con su nacimiento?

2da. Ronda:

Calle Belén

“Vengan a mí, estoy aquí.
Vengan a mí, estoy aquí.
Tu calle es "Belén",
soy Dios-a-tu-lado,
a acariciarme, ven.

Inclínense en mi silla de ruedas,
besen mi enfermedad,
toquen mi mano a través de las rejas,
abrácenme en el hospital.

Escúdenme del tiroteo,
ustedes sean mi voz,
alcen mi hogar tras la tormenta,
lo mío, súmenlo.

Con suavidad limpien mi herida,
lloren mi soledad,
y masajeen mi espalda esclava,
ya curen mi orfandad.

Jueguen conmigo mi adolescencia,
siempre acompáñenme,
párense ante tanques de guerra,
"Hermano" llámenme.

Rodéenme en mi agonía,
la fiebre alívienme,
defiéndanme y hagan justicia,
de la basura álcenme.

Cobíjenme hasta que nazca,
honren mi diversa piel,
denme un mar vivo y un bosque vivo,
ayúdenme a aprender.

No dejen que roben mi infancia,
gusten mi humilde pan,
abríguenme con sus canciones,
siempre háganme un lugar.

Con tibio amor denme remedios,
mi hambre y mi sed pálpenlos,
conmuévanse de mi abandono,
oigan, oigan mi débil voz.

Vengan a mí (Tu vida es Belén),
estoy aquí (Tu hogar es Belén),
vengan a mí (Tu historia es Belén),
estoy aquí (Tu gente es Belén),
vengan a mí (Tu tierra es Belén),
estoy aquí (Tu mundo es Belén).

Soy Dios aquí, por si me buscabas,
a acariciarme, ven (A acariciarme, ven)
para que me incluyas en tu mirada
a acariciarme, ven.

3ra. Ronda:

¿En qué acción cotidiana tuya reconocés presente a ese Dios de Belén?

Oh, tierracielo

Oh Dios que te has atado con las cuerdas del tiempo
a nuestras coordenadas, a nuestros ritmos lentos;
al devenir incierto de nuestro aprendizaje,
al río irregular de nuestro crecimiento,

Vos revelaste el fondo de ésta, nuestra existencia:
lo nuestro estaba en Vos, lo nuestro era lo tuyo.
lo humano era "más" -capaz de Dios, y sagrado...
dramático y sagrado, nuestro "estar en el mundo".

¡Lo opaco de la tierra en vos fue transparente!
lo opaco fue capaz de cielo y de Palabra.
Y se espejó en tu carne que somos "tierracielo",
fragmentos de infinito en carne iluminada.

Beso santo de dos palabras:
¡Oh, Jesucristo, Oh, tierracielo!
Fuerte tierno, señor humano,
divino nuestro, divino nuestro.

Divino y despojado, Dios asombroso y nuestro.
hermano y vulnerable, expuesto a desamores.
Concreta superficie de humana piel dispuesta
a luna y sol, a abrazos, y a látigos y golpes.

Tu encarnación es el mapa de nuestra esperanza:
lo humano, en tu humanidad, se yergue en silencio.
Destino y maravilla que tu cuerpo nos narra:
lo nuestro cabe en Dios y este Dios cabe en lo nuestro.

¿Qué Dios impronunciado viajó en el embarazo
sereno y misterioso de la Madre Doncella,
sino el Dios cuya espalda viene por el trabajo
de siembras y semillas, de redes y de pesca?



Le agradecemos especialmente a la Hermana Rocío Pérez de Ayala, Consejera del Gobierno General de las Hijas de Cristo Rey, por prestarle su voz a l

Primera ronda:

• ¿Cuáles son las esperanzas que depositás en los representantes que has elegido en tu último proceso electoral?
• ¿Cuánto dirías que quienes elegiste para representarte, más allá de su eventual victoria o derrota, encarnan tus valores y principios?
• ¿Y cuánto de lo que ellos proponen está en consonancia con el proyecto del Reino de Dios que nos propone Jesús?
• ¿Cuáles son tus formas de intervención política para que tus valores, principios y creencias tengan lugar en la propuesta de gobierno? ¿Estás conforme o creés que no es suficiente?

Segunda ronda:

EL PARADOJAL SEÑORIO DE UN REY

En el evangelio de hoy, nos volvemos a encontrar con una de las más potentes paradojas de la vida de Jesús. La guardia del templo lo ha tomado detenido, ha sido llevado, ilegalmente ante la presencia de Anás, el anterior sumo sacerdote, quien lo ha interrogado sobre su doctrina y sus discípulos, luego ha sido llevado ante Caifás, yerno de Anás y actual sumo sacerdote, y el pleno del Sanedrín, finalmente se presenta - solo, encadenado, habiendo sido acusado por el Sanedrín y golpeado por los guardias del templo -  ante el trono de Poncio Pilato, representante del imperio más poderoso de la historia. En ese momento, ante la pregunta de Pilato, reconoce por primera y única vez, que él es un rey. Y agrega, sin que sea necesario ya decirlo, que su reino no es de este mundo; su reino no encaja en esta lógica.

Pasan los siglos y seguimos necesitando dramáticamente comprender la sutileza de la verdadera justicia, de la paz, la reconciliación, el reencuentro, la fraternidad, la sabiduría, la belleza y el amor. Se trata de no refugiarse en el poder, de no sostener verdades que son verdad por el ejército que las respalda; de no establecer colusiones disfrazadas de alianzas, diálogos adúlteros ni negociaciones con intereses espurios. Se trata de actuar con la voluntad de salir de la trinchera y dejar de parapetarse en la violencia. Se trata de tener el coraje de despojarse y defender la verdad inerme.

Seguimos abrazando el mensaje de Jesús, nuestro original rey, cuyo señorío cree en el poder de la debilidad, de las manos limpias y los corazones desnudos. ¡Amén!

Ana María Díaz


Tercera ronda:

Link a la corona de espinas

La vida reclama (Teresa Parodi)

Madres con niños son pan
sin lugar, sin hogar,
la inocencia quebrada,
la vida reclama.

Hombres de oscuro dolor,
piquete y tambor
todo ardiendo en fogatas,
la vida reclama.

Vamos por la libertad,
no dejemos pasar,
su violencia insaciada,
la vida reclama.

Gente que no halla rincón,
ni respuesta ni amor,
guerra eterna y callada,
la vida reclama.

Cuerpos tirados al mar,
de la infamia total,
que no ha sido olvidada,
la vida reclama.

Soy el que planta la flor,
y defiende el amor,
dice el hombre y avanza,
la vida reclama.

En la locura imperial,
la pobreza es el mal,
que se ataca y se mata,
la vida reclama.

Enajenado el amor,
la codicia es cañón,
y la gente carnada,
la vida reclama.

Soy el que quiere vivir,
el que quiere seguir,
levantando su casa,
la vida reclama.

Vienen por más y por más,
acribillan la paz,
bendiciendo sus armas,
la vida reclama.

En nombre de qué deidad,
matarán, matarán,
como fieras cebadas,
la vida reclama.

Soy el que quiere vivir,
el que quiere seguir,
levantando su casa.

Dónde hallará el porvenir,
la canción sin final,
que la vida reclama,
la

Mientras vas sintiendo que los pensamientos se suceden más lentamente y el corazón se desacelera, te proponemos conectarte con tu experiencia de la escucha...:

• ¿Cuándo fue la última vez que te detuviste a escucharte, a revisar tus emociones, tus pensamientos, tus historias mal cerradas?
• ¿Qué fue lo último que alguien te confió porque sabía que lo escucharías con el corazón?
• ¿Hace cuánto que no conectás con los sonidos de la naturaleza: los pájaros, el viento, los ríos, el mar, los truenos?
• ¿Cuándo fue la última vez que lo escuchaste a Dios?

Canta, baila, sueña y anda

“Desde que el tiempo es memoria
nos han enseñado mal
nadie nos miró a los ojos
ni nos supo preguntar.

Cuánto huelen las mañanas,
dónde canta el ruiseñor,
cuándo se abren las ventanas,
cómo se expresa el amor.

Maniatado el movimiento,
desoído el corazón,
educando a sangre y fuego
sólo cabe un vencedor.

¿Cómo se le enseña al alba
cuánto tiene que alumbrar?
Cada ser en su silencio
sabe aprender a volar.

Canta, baila, sueña y anda
Canta, baila, sueña y anda al fin
Canta, baila, sueña y anda
Canta, baila, sueña y anda al fin

Niña de los pies ligeros,
lleva al aire tu canción,
niño de los ojos tiernos,
cuida tu alma y tu candor.

Somos las sobrevivientes,
que no han podido quemar,
que en tu hoguera se incinere,
la injusticia y la maldad.

Canta, baila, sueña y anda
Canta, baila, sueña y anda al fin
Canta, baila, sueña y anda
Canta, baila, sueña y anda al fin

Todo es posible cuando habla el amor,
nada el pájaro y vuela el pez,
lo que el miedo no extermina, señores,
siempre vuelve a florecer.

¡Clama mi corazón por la libertad!
¡Clama mi corazón por la libertad!
¡Clama mi corazón por la libertad!
¡Clama mi corazón por la libertad!

Canta, baila, sueña y anda
Canta, baila, sueña y anda al fin
Canta, baila, sueña y anda
Canta, baila, sueña y anda al fin
Canta, baila, sueña y anda
Canta, baila, sueña y anda al fin.”

¿Qué palabras de agradecimiento brotan de tu corazón al dejar entrar tanta vida? Te invitamos a compartirla en un muro virtual; vas a encontrar el link en las notas del programa. Tendrás que hacer click en el signo “+” que está en la esquina inferior derecha para crear tu publicación.

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