En los dominios del Reino de Dios están todas las soluciones a los problemas de la vida. No importa si se trata de:
La crisis económica, La frustración al tratar con vecinos conflictivos, Problemas en el matrimonio, Un negocio en declive
Porque en el mundo de los dominios del Rey, hay siempre una solución.
Esa esfera de dominio es el ámbito donde el Espíritu Santo manifiesta el señorío de Jesucristo, comenzando primero en nuestros corazones.
Cuando cuidamos nuestras actitudes de manera adecuada, aseguramos una buena conducta. Las actitudes descuidadas dan lugar a una forma de pensar errónea, y esta última da paso a acciones pecaminosas.