Por: Andrés Felipe Sarmiento Saavedra
El transporte en Colombia no siempre tuvo llantas de caucho y se movió con gasolina o diésel, aunque el primer automóvil llegó en 1899. Para la década de 1920, existía una amalgama de servicios prestados por trenes, barcos de vapor, cables aéreos y animales de carga con jinetes que transitaban caminos de herradura, que llevaban desde personas deseosas de conocer su patria, hasta las riquezas económicas que iban a parar al extranjero y que lentamente fueron desapareciendo desde que, a partir de 1930, se fomentó el transporte por carretera.