La presencia en la silla presidencial de Guillermo Lasso representa, al menos en principio, grandes cambios en la forma en que se desarrollará la política en el Ecuador. Como parte de esa política se encuentran las políticas medioambientales. Guillermo Lasso, un candidato representante de la derecha, banquero de profesión, abierto a inversiones extranjeras, admirador de Álvaro Uribe; ahora es quien va a manejar el cuidado ambiental del país y eso genera coyunturas que deben ser discutidas. Así mismo es importante discutir la presencia de alguien como Gustavo Manrique Miranda como nuevo ministro de ambiente. Una persona que se ha referido a la naturaleza como una “bodega” que debe ser cuidada pues si la materia prima se agota, entonces el negocio se acaba. ¿Esa visión de la naturaleza es compatible con los derechos que protegen a esa misma naturaleza? ¿La presencia de estas dos personas puede resultar peligrosa para el cuidado ambiental que nuestro país requiere? O ¿La presencia de nuevos participantes en la política podría ofrecer nuevas oportunidades que puedan traer beneficios para la naturaleza ecuatoriana?
Para esto vamos a conversar con Natalia Greene. Ella es magister en ciencias sociales por la FLACSO, magister en cambio climático por la Universidad Andina Simón Bolívar, vicepresidenta de CEDENMA, coordinadora de la Global Alliance for the Rights of Nature e impulsora del colectivo Frente al Ambiente.