“Ay Dios mío”, ayer llovió mucho y todo el día estuvo nublado, a ver cómo le va el día de hoy a Jesús Sacramentado, “Hay Jesús de la Capilla, ahorita son las 5 de la mañana, pero por favor cuando el cielo alumbre regálanos solito para poder celebrar bien tu fiesta padre”.
Estas fueron las palabras exactas de Doña Josefina, al levantarse el último jueves del mes de mayo, día en que se celebraría la fiesta del “Corpus Christi”, preocupada por las lluvias del día anterior, temía que la procesión fuera cancelada o que simplemente por el clima la gente no se acercará a ver la hermosa procesión, acompañada de esos sones y alabados tan comunes de la época.