Los Lazos Kármicos son votos, promesas, contratos o juramentos que hicimos en esta u otras vidas, a personas o a organizaciones por algún tipo de beneficio o simplemente por amor.
En nuestras vidas pasadas o paralelas, por ejemplo, quizás estuvimos perdidamente enamorados y juramos amor eterno, fidelidad eterna, y ese juramento puede ser la causa de que hoy estemos solos porque quizás ese gran amor en la actualidad es un familiar cercano o quizás no ha encarnado y no forma parte de ESTA vida. Otro ejemplo común sería el de alguien que se enlistó en el ejército, jurando obediencia, y ahora tiene a todos alrededor diciéndole qué hacer. Otro caso es el de una persona que hizo votos de celibato y abstinencia para entrar a un convento o monasterio, y en el presente puede encontrarse muy sola. Incluso, existen casos de gente que hizo juramentos o votos para entrar a un círculo de hechicería, brujería o para adorar a alguna deidad, y como no llegaron a cumplir las promesas a esa deidad o entidad, ahora las cosas se les complican y se les cierran los caminos. Hay mil ejemplos de cómo esos contratos nos crearon lazos que hoy no nos sirven más, sino que más bien nos estorban en el camino para alcanzar la vida que deseamos y nuestros sueños.