En Jueces 7, Dios lleva a Gedeón a reducir su ejército de 32 000 hombres a solo 300. Humanamente, esto parece un suicidio militar, pero Dios quiere que Israel entienda que la victoria no depende de su fuerza, sino de su poder. Como dice Zacarías 4:6: «No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos».