Share Podcasts / Pastor Harold Beltrán
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By Pastor Harold Beltrán
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The podcast currently has 210 episodes available.
El hombre y la mujer sabios, aprenden de los aciertos y de los errores de los demás. No tenemos que caer en los mismos huecos que hemos visto caer a otros. En el capítulo 8 del libro de los Jueces, vemos las otras batallas que tuvo que enfrentar Gedeón, no con ejércitos enemigos, sino en las relaciones con sus mismos hermanos y sobre todo, con su propio corazón. Con demasiada frecuencia nos la pasamos observando al exterior, para detectar las operaciones del diablo, descuidando lo más importante; dejarnos conquistar completamente el corazón por el Rey Jesús.
En Jueces 7:9-23 encontramos una batalla y una victoria singular, entre las muchas que Dios le dio al Israel. Pero quizá la principal batalla que vemos aquí fue en la mente de Gedeón: el temor, el sentido de insignificancia por su condición familiar y personal, lo desigual de las fuerzas en combate, la dependencia de la fuerza en el número de soldados, entre otras; para lo cual Dios se convirtió en su mentor personal. Podemos atesorar en este proceso la bondad de Dios, que no nos desecha aún a pesar de nosotros mismos, porque la suficiencia es suya. Que persiste con nosotros porque su compromiso es completo. Por eso dice la Escritura: Estando persuadido de esto, que el que comenzó en cada uno la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6
En Jueces 7:1-8 Vemos la forma en que Dios se asegura que todo el crédito de la victoria sea suyo. Seleccionó el ejército de Gedeón por medio de la valentía y de la forma en que suplían sus necesidades; de los 32.000 quedaron solo el 1%, 300, a los cuales dio Dios la victoria una vez más. No con fuerza, ni con ejercito más con su Santo Espíritu. Zacarías 4:6. Las batallas son necesarias; porque sin batallas no habrá victorias, y sin victorias, Dios no recibe la gloria, y como el fin último del hombre es darle gloria a DIos, damos gracias a Dios por las batallas. 2 Corintios 2:14
La paz de Dios, es uno de los mayores tesoros de nuestra herencia en Cristo; la cual debemos guardar y defender. El precio de nuestra paz le costó la vida al Señor Jesús (Isaías 53:5) por eso es una de las cosas que Dios ama, como lo dice el salmista: Y digan siempre: Sea exaltado Jehová, que ama la paz de su siervo. Salmo 35:27. Uno de los nombres revelados de Dios es Jehová Shalom, y tuvo lugar en el encuentro con Gedeón, en Jueces 6:23-24. Que el poder de este nombre te gobierne la vida siempre. Colosenses 3:15
Quien te define es Dios. No son las circunstancias que vives o has vivido, ni siquiera tus fracasos, o tu estado actual. Dios a Gedeón lo definió como varón esforzado y valiente, aunque a sus propios ojos, él se veía el más insignificante de los hijos de Israel. No te dejes definir ni rotular por nada ni por nadie más que Dios, quien también te dice: Yo estoy contigo, eres esforzado y valiente. Jueces 6:1.12
No todo solo es espiritual, no todo solo es natural. La Cosmovisión bíblica es abierta y compagina las dos realidades. Un caso de esto lo vemos en el libro de Jueces 5:20, mientras en tierra peleaba Barac e Israel contra Sísara y su ejercito, las estrellas en sus órbitas, también lo hacían. Las estrellas hacen referencia a los ángeles en la simbología bíblica. Y ¿por qué le dijo Eliseo a su siervo que eran más los que estaban con ellos dos, que todo el ejército Sirio, en 2 Reyes 6:16? Porque si satanás arrastró la tercera parte de las estrellas (ángeles) en su rebelión, dos terceras partes de los ángeles, siguen leales a Dios, y dispuestos a ayudar a los herederos de la salvación. Hebreos 1:14
En Jueces 5:2,9 vemos la obra que solo puede producir el Espíritu Santo, y la quiere producir hoy también, que es el despertar más grande jamás visto en la tierra, dentro de su pueblo. El remanente fiel; el pueblo que conoce a su Dios, se esforzará y actuará (Daniel 11:32) porque será despertado en su espíritu para ofrecerse voluntariamente al Señor, en el cumplimientp de su macro-sueño: Llenar la tierra del conocimiento de su gloria, como las aguas cubren el mar. Habacuc 2:14
El significado del nombre Débora es "Abeja" y el de Jael "Cervatillo". Jueces 4:4-24. Dios involucra en el principio a Débora y en el final a Jael, en una de las victorias más excepcionales, contra uno de los más crueles opresores de Israel, Sísara. Dios usará lo sencillo para sus propósitos mayores, porque así el reconocimiento será solo para Él.
Con Débora Dios rompe la hegemonía masculina entre los jueces de Israel. Una mujer excepcional con un esposo que debió ser extraordinario, para que ella surgiera de la manera que lo hizo. Mentora del líder militar del momento, Barac, continuamente lo aninó de parte del Señor, a tomar el lugar que le fue asignado. Sin embargo y a pesar de la brillante victoria, la gloria sería para otra mujer. La historia continuará.
Es el Espíritu de Dios, quien aparece en la función de capacitar a los jueces de Israel, empezando por Otoniel (Jueces 3:10) para hacer la obra a la que son llamados. Como entonces, también ahora, todos los hijos de Dios tenemos la oportunidad de ser guiados y empoderados por el Espíritu Santo para realizar el servicio al que cada uno ha sido llamado; no solo unos pocos, como pasó en el antiguo pacto; esto es una diferencia sustancial. Joel 2:28-29; Hechos 2:17-18
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