e pronto hay temporadas en donde parece que la respuesta de Dios ante todo es un vil y rotundo “no” o simplemente percibimos silencio. ¿Por qué de pronto no se me dan las cosas si amo a Dios? Bien, la respuesta es bastante sencilla pero cae de peso.
e pronto hay temporadas en donde parece que la respuesta de Dios ante todo es un vil y rotundo “no” o simplemente percibimos silencio. ¿Por qué de pronto no se me dan las cosas si amo a Dios? Bien, la respuesta es bastante sencilla pero cae de peso.