Por años nos enseñaron y creímos que el devorador estaba afuera, pero hoy vemos que siempre a estado entre nosotros. Son personajes que han manipulado con la Biblia, han amarrado a las personas con versos que hablan de cómo ser prósperos, han sido mercaderes de la fe. Han maldecido a sus propias iglesias y todo por amor al dinero.