La muerte es uno de los mayores miedos con los que los tiranos, el sistema y el diablo quieren someter a las naciones, pero cuando la vida es el más grande consuelo, la muerte ya no es temor, porque Dios, quien es Vida y dueño de la Vida, ya venció al pecado y a la muerte.
“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios que morar en las tiendas de impiedad.” Salmos 84: 10 (LBLA)