Los cristianos celebraban originalmente la Pascua a la vez que los judíos. Sin embargo, a partir del Concilio de Nicea, se establecieron unos criterios para desvincular la celebración cristiana de la hebrea. Se estipuló que la Pascua se celebraría el primer domingo después del primer plenilunio tras el equinoccio de primavera.
Almudena Alba López, profesora de Historia Antigua en la UNED.