Este libro analiza los procesos de exhumación de víctimas del franquismo en los años 70 y 80, contribuyendo a aportar otra mirada sobre la transición. Para ello, se centra en los significados de las relaciones entre cuerpo y relato sobre el pasado, profundiza en estas iniciativas que constituyeron un verdadero desafío contra el silencio, pero estudia también los distintos tipos de límite que se fueron imponiendo sobre los procesos de exhumación y que supusieron una invisibilización de la memoria.