En EE. UU., algunos veteranos están recurriendo a los alucinógenos, como la ibogaína, para tratar lesiones cerebrales traumáticas y trastornos como el estrés postraumático, buscando alivio cuando los tratamientos convencionales no han funcionado.
Aunque el uso de alucinógenos, incluidos el LSD y la psilocibina, sigue siendo menos común que otras sustancias como el alcohol o la marihuana, ha crecido en popularidad. Sin embargo, este tipo de tratamiento no está exento de riesgos, como efectos adversos físicos y psicológicos, lo que ha generado un debate sobre su seguridad y