En algún momento nos desviamos del tema principal y terminamos hablando de Rasputín, Chesterton y otras cositas… unas interesantes digresiones... Sin embargo, volvimos al tema original.
Para resumir, los vaticinios centroeuropeos, expresados en lengua alemana, predijeron tres guerras mundiales como consecuencia del deterioro de las costumbres humanas y denunciaron el daño infligido a la Naturaleza por la mala conducta de las personas. Una monja checa del siglo XVII profetizó que un hombre con una araña negra en el brazo lideraría sus ejércitos desde Praga, extendiéndose mil millas en todas direcciones, avanzando en carros de hierro sobre toneles, una descripción que encaja sorprendentemente con Hitler, sus conquistas y sus panzer.
Además, un aldeano del mismo siglo habló de un "perro de hierro" que aullaría por el valle, anticipando el paso del ferrocarril 250 años después. Un modesto carbonero del siglo XVIII predijo que la Primera Guerra Mundial comenzaría cuando un "pez de plata" cruzara las montañas, lo cual se cumplió cuando un zepelín, brillante como la plata por su revestimiento de aluminio, sobrevoló las montañas el 14 de agosto de 1914.
Los Profetas del Bosque, de la región entre la selva de Bohemia y Baviera, advirtieron sobre un tiempo nefasto en el que no se podría distinguir entre chicos y chicas, las mujeres dejarían huellas como cabras, y los aldeanos entrarían con botas al estiércol. En ese tiempo, se consideraría ilustrado al malo y loco al bueno. También hablaron de una tercera guerra catastrófica para el planeta, tras la cual quedarían tan pocos hombres y animales que quien viera una vaca le pondría un esquilón de plata. De todas estas predicciones, un tercio ya se ha cumplido en mayor o menor medida.