Todas las decisiones a lo largo de nuestra vida conllevan un riesgo, más aún si se trata de inversiones, sin embargo, hay que atreverse y tomar las precauciones necesarias. En el área de las finanzas, quien no está dispuesto a asumir grados de incertidumbre no podrá aspirar a una ganancia, en jerga cotidiana sería el que no se arriesga no cruza el río.