Ni el oro ni las piedras preciosas tienen tanto valor como tiene la sabiduría de Dios, ella te lleva por el camino recto y a andar en cordura el favor de Jehová alcanzan a los que la hayan.
Ni el oro ni las piedras preciosas tienen tanto valor como tiene la sabiduría de Dios, ella te lleva por el camino recto y a andar en cordura el favor de Jehová alcanzan a los que la hayan.