A través de la escritura el señor nos habla qué debemos amar al prójimo, el amor y el perdón son parte fundamental y esencial en la vida de cada cristiano.
El ejemplo mayor de amor y perdón lo tenemos en Jesucristo y debemos ser imitadores de él.
En la segunda carta a los Corintios en el capítulo dos del verso cinco al 11 Pablo nos enseña qué debemos perdonar las ofensas para que el enemigo no gane ventaja o sea cuándo alguien le ofende y deja que esa ofensa le dañe y no tomo la decisión de perdonar y olvidar esta ofensa, estas abriendo le puerta al enemigo para que el gane ventaja sobre tu vida y sobre tu avance en Cristo.
Al enemigo no se le puede dar ni un poquito de oportunidad para que se aproveche esa puerta de falta de perdón, esa puerta que se quiso abrir con una ofensa que nos hicieron,hay que cerrarla inmediatamente sellarla con el perdón y el cerrojo del Amor. Para que Satanás no gane ventaja, pues no ignoramos sus maquinaciones.