El anime o animación de origen japonés surgió a comienzos del siglo XX influenciado por la animación y el mundo cinematográfico desarrollado en Estados Unidos, posteriormente fue modificándose y reivindicando la cultura japonesa. El estilo del anime tal y como lo conocemos actualmente empezó a desarrollarse a finales de la década de 1950, cuando aparece la productora Estudios Toei y las diferentes series basadas en mangas o historias cortas, tales como Tetsuwan Atomu, mejor conocido como Astro Boy. A partir de de 1980 y 1990 el anime se popularizó y aparecieron grandes series de culto como Dragon Ball, Neon Genesis Evangelion, Sailor Moon, Detective Conan, Rurouni Kenshin y Cowboy Bebop, entre otras miles más. En el nuevo milenio la industria animada japonesa ha estado en auge, proporcionado en cada temporada nuevo contenido basado en exitosos mangas, novelas ligeras, vídeo juegos y música.