A Pablo le costó reconocer que los creyentes en Galacia ya habían abandonado su enseñanza apostólica. Estaba desconcertado y maravillado, una expresión fuerte que
alude a quedar aturdido. No podía concebir la idea de que se hubieran alejado tan pronto de Dios, quien les llamó por la gracia de Cristo. No le sorprendió todo lo que hicieron los falsos maestros, pero quedó estupefacto ante la respuesta favorable que recibieron por parte de los cristianos en
En especial sorprendió al apóstol que la defección sucediera tan pronto. Esto significa a algo que sucede con desenvoltura y prontitud, como fue el caso
de las iglesias que ya se habían alejado del evangelio verdadero. Al parecer los creyentes no se opusieron con firmeza a los falsos maestros y su realidad enclenque a Pablo y su enseñanza les facilito extraviarse. Al poco tiempo
cayeron bajo la influencia de varias doctrinas heréticas.
Los gálatas habían tenido el privilegio de ser enseñados por el más grande maestro de la iglesia después del Señor mismo; sin embargo, desecharon pronto las verdades de la gracia que aprendieron de él.
Es posible que los creyentes de mucho tiempo atrás dejen de aferrarse a esas verdades y se dejen debilitar y trastornar por ideas de apariencia inofensiva que supuestamente ayudan a profundizar en las enseñanzas puras y sencillas de la Biblia.