Resistir ante el invasor que ahora es quien te debería defender. La autonomía territorial y la fuerza indígena se alza ante el peligro y defiende su bienestar y territorio, alejando la violencia, uniéndose como pueblo y resistiendo para sacar el miedo y las armas del territorio indígena.

Seguramente al preguntarle a cualquiera si prefiere la paz sobre la guerra, su respuesta será afirmativa; que difícil que sea el Gobierno nacional, quien sea partidario de la guerra, cuando se supone que en condiciones normales, es este mismo estado quien vela por el bienestar y la tranquilidad de su pueblo.

En 1996, el pueblo Nasa logró lo impensable, pensando siempre en el bienestar de sus familias y resistiendo a la violencia armada que estaba al rededor de su comunidad, el Pueblo Nasa decidió entablar diálogos, arriesgando incluso su propia vida, lo que llevó a que después de años de conversaciones, las Farc aceptara los acuerdos y la fuera una realidad que se respetaría al pasar de los años.

La fuerza de los pueblos indígenas es histórica y traspasa los siglos, resiste su identidad y no olvida su origen, se transforma y se une cuando el invasor busca quitarte tu mundo. 

La resistencia del pueblo Nasa se refleja en la unión, la estrategia, la preocupación por no dejar permear la identidad y prolongarla en la oralidad por el tiempo. La resistencia marcada en la autonomía, en seguir siendo indígenas y propagando sus orígenes aunque incluso sus compatriotas los vean como los otros, resguardar el origen es resistencia indígena.