Armenia, ubicada en una región estratégica del Cáucaso, enfrenta un escenario geopolítico complejo que influye en su política exterior. Rodeada por Turquía, Azerbaiyán, Irán y Georgia, Armenia busca mantener su soberanía y seguridad en un entorno marcado por tensiones históricas y conflictos latentes, especialmente con Azerbaiyán por Nagorno-Karabaj. La relación con Turquía también es tensa, debido a su apoyo a Azerbaiyán y a la negativa de reconocer el genocidio armenio. En el contexto internacional actual, Armenia ha fortalecido sus alianzas con Rusia, que mantiene una presencia militar significativa en el país, y ha buscado diversificar sus relaciones con Occidente, incluyendo la Unión Europea y Estados Unidos, para reducir su dependencia de Moscú. La política exterior armenia se centra en promover la estabilidad regional, buscar reconocimiento internacional por el genocidio y fortalecer su seguridad mediante acuerdos multilaterales. Sin embargo, las tensiones en el Cáucaso y las dinámicas globales, como la rivalidad entre Estados Unidos y Rusia, complican su posición. Armenia continúa navegando en un delicado equilibrio, buscando apoyo internacional y promoviendo una política de paz y estabilidad en una región marcada por conflictos históricos y geopolíticos.