A pesar de vivir en pleno 2025, América del Sur sigue lidiando con conflictos de origen colonial. El caso más claro es la disputa territorial entre Venezuela y Guyana por el Esequibo, una región rica en petróleo y otros recursos naturales. Esta confrontación se origina en pactos incumplidos, fronteras trazadas arbitrariamente y decisiones legales históricas cuestionables. La región en disputa, del tamaño de Túnez, ha cobrado nueva relevancia por su riqueza en materias primas. Para analizar esta situación compleja y sus implicaciones geopolíticas, se ha consultado al analista Román Ortiz, del Centro para el Bien Común Global de la Universidad Francisco de Vitoria.