Iniciamos temporada en el Instituto Incipia con nuevos podcasts. Esta vez referido a María y su dificultad para hablar en público y su evolución gracias a una terapeuta, Ana.

El deseo como motor de una sociedad consumista que llega a ser exagerada y busca la obsesión en las compras por parte de los consumidores, consumidores que intentan substituir a los humanos en su vorágine de posesión y de cifras. En el podcast abogo por crear espacios de simplificación y de reencuentro, de compartir y de risas y satisfacción personal, por lo que se es, más que por lo que se tiene.

En el fondo, cualquier terapia psicológica busca un punto común: el cambio de perspectiva sobre lo que la persona siente, el poder dar una nueva visión a la realidad que tiene delante ante lo positivo y lo negativo.

La cuestión básica es poder frenar lo negativo mediante el cultivo de la conciencia.

La incredulidad y el escepticismo generalizado de la población ante muchos temas sociales encuentra en individuos concretos grietas donde afloran sectas captando y dando sentido a las vidas de muchas personas cuyas emociones son secuestradas. La crisis de valores del mundo actual y la exaltación del consumismo son la puerta abierta a la manipulación de personas que buscan darle un sentido a sus vida de forma ingenua. Hoy hablo de las características de las sectas.

Las dos caras de la curiosidad, la dopamínica y la serotoninérgica, o la del móvil continuamente pasando pantallas o la de la tranquilidad de leer un libro. Como persona sensible puedes caer en las dos fácilmente. Tú escoges.

Solamente un pequeño truco para afrontar la vida para esas personas que nos tomamos todo tan a pecho y queremos que todo salga perfecto. Antes de empezar dite a ti mismo/a: "Voy a hacerlo un poquito mal".

Tres herramientas comunicativas para mejorar nuestras conversaciones: repetir, sintonizar emocionalmente y sugerir. Vale mucho la pena tenerlas en cuenta para usarlas especialmente en situaciones tensas. Esto es la escucha activa.

El sentimiento de culpa está inmerso en nuestra psqiue como si estuviera grabado en oro. Poco o mucho, todo el mundo se puede sentir culpable por algo. Según nuestro amigo Freud la culpa es una de las bases que constituyen el crecimiento de la consciencia. En el programa os ofrezco algunos trucos para poder manejarlo.

Las emociones no son algo simple sino que se estructuran como si fueran una lasaña. Es decir, detrás de cada emoción podemos encontrar su origen. Es mucho más fácil si nos referimos a emociones positivas. Si yo estoy alegre es fácil que haya una correspondencia entre un hecho que me ha causado un impacto emocional y esa propia alegría. Si estoy enfadado, no es tan fácil. Os lo explico con un ejemplo.

La queja, la culpa y la crítica. Tres venenos que es necesario tener en cuenta. Si los tomamos en exceso nos intoxicamos. Si nos abstenemos totalmente, puede haber una excesiva represión interna. Tendremos que buscar el camino intermedio para mantener una buena salud mental.