Tenemos una misión, un propósito, por el cual estamos en este mundo. Hay días que tenemos ganas de abandonarlo todo, días que no tenemos deseo de entrenar, de correr, simplemente no podemos mas.. Es ahí cuando los "muros" mentales que enfrentamos pensamientos que nos asaltan diciendo: "para que seguir, si nada parece cambiar" y es cuando somos tentados abandonarlo todo.
Déjame recordarte este consejo: CORRE CON PACIENCIA la carrera que tenemos por delante. Hebreos 12:1-2
¡Todos los días fijemos la mirada en JESUS! ¡Nos vemos en la meta!