¿Qué hacer con estas preocupaciones? Literalmente: Dejarlas en la Cruz. La próxima vez que estés preocupado por tu salud, o tu casa, o las finanzas o los viajes, emprende tu viaje mental al cerro. Pasa allí unos momentos mirando de nuevo las cosas relacionadas a las pasión de Cristo. Reflexión tomada del libro El escogió los clavos de Max Lucado.