Habíamos ido con los alumnos a ver a un monólogo en un teatro de Barcelona. Cuando terminó la representación, el actor se quedó en el escenario, para que los alumnos le pudieran hacer todas las preguntas que quisieran . Me sentí empujado yo a romper el hielo con una primera pregunta, que al fin y al cabo acabó siendo la única. Le pregunté si no le pasaba que a base de actuar sin darse cuenta, estaba haciendo teatro en su actividad diaria.
Su respuesta me sorprendió mucho.