Elon Musk ha elevado la tensión con el gobierno de Brasil tras la suspensión de la red social X y la confiscación de activos de SpaceX en el país. Musk calificó la medida como “ilegal” y advirtió sobre posibles represalias contra bienes brasileños en EE. UU., lo que ha generado un conflicto con el presidente Lula da Silva. Esta situación surge por el incumplimiento de órdenes judiciales que buscaban bloquear perfiles que difundían noticias falsas y atacaban la democracia en Brasil. La situación se agrava en un contexto de alta polarización política en vísperas de las elecciones municipales.