Los Clubes de Trueque en Argentina emergieron en 1989, fruto del Programa de Autosuficiencia Regional. En 1995, Carlos De Sanzo, Rubén Ravera, Horacio Covas y Eduardo De Sanzo fundaron la Red Global de Trueque (RGT), que se convirtió en la organización principal, aunque existieron muchas otras. Según una encuesta de Gallup en 2002, cerca del 30% de los argentinos participaban o mostraban interés en estos clubes.
El año 2001 marcó un hito sombrío en la historia argentina, caracterizado por una crisis económica que dejó profundas cicatrices en la sociedad. Diversos estudios han demostrado que esta crisis no solo impactó en la economía, sino que también tuvo efectos devastadores en la salud y la mortalidad de la población.
Un estudio realizado por académicos argentinos reveló que la crisis económica de 2001 provocó un incremento del 20% en la mortalidad, principalmente debido a un aumento en las muertes por enfermedades prevenibles como las cardiovasculares, respiratorias e infecciosas. Este estudio, titulado “El impacto de la crisis económica de 2001 en la mortalidad en Argentina”, fue publicado en la revista “The Lancet” en marzo de 2003.
Para la investigación, se utilizaron los registros de mortalidad de la Dirección Nacional de Estadísticas y Censos de Argentina entre 1996 y 2002. Los datos mostraron que el aumento de la mortalidad fue más pronunciado en los grupos más vulnerables, como niños, ancianos y personas con bajos ingresos.
En 2019, un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) indicó que la crisis económica argentina de 2001-2002 causó un exceso de mortalidad de 30,000 personas. Este estudio destacó el papel crucial de los clubes de trueque, que permitieron a las personas acceder a alimentos, medicamentos y otros recursos esenciales, reduciendo así el riesgo de muerte durante la crisis. Se estima que estos clubes evitaron alrededor de 10,000 muertes.
En 2023, recordamos que las crisis económicas pueden tener profundas consecuencias humanas. La Red Global de Trueque fue saboteada en Argentina para implementar políticas clientelares empobrecedoras. Este es un llamado al respeto por todas las iniciativas ciudadanas y a un “nunca más” a la prepotencia de cualquier gobierno que las persiga.