Creo que es parte de la vida.
Creo que nacemos para morir,
para morir para vivir más plenamente; nacido para morir un poco cada día al
egoísmo, a la pretensión y al pecado. Creo que cada vez que pasamos de una
etapa de la vida a otra, algo en nosotros muere y algo nuevo nace. Creo que
saboreamos la muerte en momentos de soledad, rechazo, tristeza, desilusión y
fracaso. Creo que estamos muriendo antes de tiempo cuando vivimos en la
amargura, en el odio y en el aislamiento. Creo que cada día estamos creando
nuestra propia muerte por la forma en que vivimos. Para los que tienen fe, la
muerte no es apagar la luz; es apagar la lámpara porque ha llegado el alba.