El cristiano es quien, habiéndose encontrado con el señor Jesús, asume sus enseñanzas, su estilo de vida y sus prioridades, lo cual lo pondrá en conflicto con el mundo y sus valores. El amor fraterno será el criterio de la fe verdadera. El evangelio de hoy nos impulsa a valorizar nuestro llamado por parte del señor. Que nos abre perspectivas de vida y eternidad. ¡Señor, inflama nuestro corazón para dar testimonio de tu amor a todos!