Hoy hablamos acerca de aquellos momentos en que nos sentimos defraudados y abandonados por Jesús. Cómo creímos inocentemente alejarnos de él, porque Dios está en cada cosa, en cada persona, en pequeños instantes, donde tarde o temprano regresamos. Nos damos cuenta qué Jesús, por el contrario, jamás nos dejó solos, siempre estuvo ahí, dandonos fuerzas para seguir, porque él es: el camino, la verdad y la vida.